Tras el paso de la tormenta Laura y los terribles daños que ha dejado en diversas localidades del país, el INVI, ahora liderado por Carlos Bonilla Sánchez, ha comenzado una ronda de visitas a las familias afectadas.
En dichas reuniones, los técnicos no solo han podido comprobar de primera mano las condiciones en que tienen que vivir las familias, sino también hablar con ellas y tranquilizarlas para que sepan que el Instituto las apoyará y ofrecerá una vivienda digna en el menor tiempo posible.
En estos momentos difíciles, es importante que las instituciones públicas reaccionen rápido y las soluciones no queden bloqueadas en absurdos trámites burocráticos. Así parece entenderlo también el nuevo director del INVI que ha insistido en que todo el mundo se ponga a trabajar desde el primer día.
Afortunadamente, la preparación llegó a tal punto que los trabajadores del INVI trabajaban ya sobre este asunto incluso antes de la llegada de la tormenta, realizando un despliegue por las zonas que previsiblemente iban a recibir daños, para así poder atenderlas con la máxima celeridad posible, una vez pasados los peores momentos.
A día de hoy, los técnicos ya visitaron diferentes barrios de la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional. Solo en estas primeras visitas, se han identificado 27 familias cuyas viviendas han quedado seriamente dañadas o incluso han colapsado debido a la tormenta.
Las visitas, también se extendieron al municipio Pedro Brand donde se pudo comprobar cómo vivían unas 2000 personas en las ruinas del antiguo hospital psiquiátrico Rodolfo de la Cruz.
El INVI parece haber cambiado de cara desde que el ingeniero civil Carlos Bonilla Sánchez ha tomado las riendas de la institución. No solo se está trabajando por el bien de las familias, sino que además se está investigando la anterior gestión sobre la que se tienen dudas respecto a la asignación de viviendas y el manejo de los presupuestos.
Todavía es pronto para hacer una verdadera evaluación de la nueva dirección, pero por el momento está dejando buen sabor de boca entre los afectados, que están viendo como la organización trabaja al menos de forma rápida mostrando gran sensibilidad por sus problemas.
